Trastorno bipolar: descripción general
El trastorno bipolar, también conocido como depresión maníaca, es un tipo de enfermedad mental que implica sentimientos emocionales elevados (manía o hipomanía) y bajos (depresión).
Cuando se está deprimido, uno puede sentirse extremadamente triste o desesperanzado y puede perder interés o placer en la mayoría de las actividades. A veces, también puede sentirse extático, lleno de energía o anormalmente irritable cuando el estado de ánimo cambia a manía o hipomanía (una forma más leve de manía). El sueño, la energía, la actividad, el juicio, la conducta y la capacidad de pensar con claridad pueden verse afectados por las fluctuaciones del estado de ánimo.
Los cambios de humor pueden ocurrir una vez al año o varias veces al año. Si bien la mayoría de las personas tendrán algunos síntomas emocionales entre episodios. Aquí podrás encontrar todos los tipos de Trastorno Bipolar, síntomas, causas, factores de riesgo, diagnóstico y tratamientos en detalle.
Tipos de trastorno bipolar
- Trastorno bipolar 1: Se caracteriza por episodios maníacos que duran una semana o más, con o sin síntomas de depresión. La manía grave puede requerir hospitalización y la depresión puede persistir durante más de dos semanas.
- Trastorno bipolar 2: Presenta episodios maníacos y depresivos, con manía más leve (hipomanía) en comparación con el trastorno bipolar 1. Un episodio depresivo significativo generalmente precede o sigue a la fase maníaca.
- Trastorno ciclotímico: Períodos maníacos y depresivos que duran dos años o más, con síntomas más leves que los bipolares 1 o 2. Los niños deben experimentar ambos durante al menos un año antes del diagnóstico, mostrando cambios de humor y ciclos de normalidad, manía y tristeza.
Síntomas del Trastorno Bipolar
Los síntomas pueden ser diferentes en episodios de manía, hipomanía o depresión. Los síntomas pueden provocar un estado de ánimo y una conducta erráticos, provocando angustia grave y problemas en la vida diaria.
- Hipomanía y manía: La manía es un episodio más grave que la hipomanía y ambos comparten síntomas similares. La manía puede provocar interrupciones en las actividades diarias y, en casos extremos, desconectar de la realidad, requiriendo hospitalización.
- Episodio depresivo mayor: Marcado por síntomas graves que dificultan las actividades diarias, como el trabajo, la escuela y las relaciones. La presencia de cinco o más síntomas específicos caracteriza estos episodios.
- Síntomas entre niños y adolescentes: Identificar los síntomas del trastorno bipolar en personas jóvenes es un desafío, ya que pueden parecerse a cambios de humor, efectos del estrés o traumas normales. Diferenciarse de otras condiciones de salud mental es crucial.
Causas del trastorno bipolar
Existen diversos factores que pueden provocar trastornos bipolares, como por ejemplo:
- Diferencias en biología: el cerebro de los pacientes con trastorno bipolar parece estar cambiando físicamente. Aún se desconoce la importancia de estos cambios, aunque eventualmente pueden ayudar a identificar las causas.
- Genética: las personas con trastorno bipolar tienen más probabilidades de tener un familiar de primer grado con la enfermedad, como un hermano o un padre. Los investigadores están buscando genes que puedan desempeñar un papel en el desarrollo del trastorno bipolar.
Factores de riesgo del trastorno bipolar
Los siguientes factores pueden aumentar la posibilidad de desarrollar enfermedad bipolar o actuar como desencadenante del primer episodio:
- Tener un familiar de primer grado con trastorno bipolar, como un padre o un hermano
- Eventos de alto estrés, como la muerte de alguien u otro evento terrible
- Abuso de drogas o alcohol.
Diagnóstico del trastorno bipolar
Una vez que la persona presenta los mismos síntomas mencionados anteriormente y el médico lo reconoce como un trastorno mental grave, se recomendarán las siguientes pruebas para: diagnosticar el trastorno bipolar.
- Examen físico: El médico puede realizar un control físico y pruebas de laboratorio para descartar cualquier problema médico que pueda estar causando los síntomas.
- Evaluación psiquiátrica: El médico puede enviarlo a un psiquiatra, quien discutirá con usted sus pensamientos, sentimientos y patrones de comportamiento. También se puede completar una autoevaluación psicológica o un cuestionario. Es posible que se les solicite a familiares o amigos cercanos que envíen información sobre los síntomas con su aprobación.
- Trazando el estado de ánimo: Es posible que se le solicite que lleve un diario de su estado de ánimo, hábitos de sueño u otros aspectos que puedan ayudar en el diagnóstico y la selección del tratamiento.
- Criterios del trastorno bipolar: El psiquiatra puede comparar sus síntomas con los criterios para el trastorno bipolar y los trastornos asociados en el Manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (DSM-5).
Tratamiento para el trastorno bipolar
El trastorno bipolar es una enfermedad crónica. El control de los síntomas es el objetivo del tratamiento. El tratamiento puede incluir lo siguiente, según las necesidades:
- Medicamentos: Para regular el estado de ánimo, es posible que deba empezar a tomar medicamentos de inmediato.
- El tratamiento continuará: Incluso cuando usted se sienta mejor, el trastorno bipolar requiere tratamiento farmacológico de por vida. Las personas que se saltan el tratamiento de mantenimiento corren el peligro de recaer o de tener pequeños cambios de humor y convertirse en manía o depresión en toda regla.
- Programas de tratamiento diurno: El médico puede sugerir un programa de tratamiento diurno. Estos programas ofrecen el apoyo y el asesoramiento que necesita mientras trabaja para controlar sus síntomas.
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Tratamiento en niños y adolescentes
Para niños y adolescentes, las opciones de tratamiento pueden ser un poco diferentes.
- Medicamentos: Los niños y adolescentes con trastorno bipolar pueden recibir medicamentos similares a los de los adultos, pero debido a la investigación limitada sobre su seguridad y eficacia, las decisiones de tratamiento a menudo están guiadas por las condiciones de los adultos.
- Psicoterapia: Tanto la terapia inicial como la continua ayudan en la prevención de síntomas, ayudando a niños y adolescentes a manejar rutinas, desarrollar habilidades de afrontamiento, abordar desafíos de aprendizaje, resolver problemas sociales y fomentar vínculos y comunicación familiares más fuertes.
